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1.1.15

¿Socialismo o Fascismo del siglo 21?

correamusollini
El movimiento Alianza País, liderado por el Presidente Rafael Correa, tiene como su filosofía central, la del “socialismo del siglo 21”. Originalmente concebido por el economista Alemán Hienz Dieterich, el concepto del socialismo del siglo 21 se basa en usar el poder de los mercados para alcanzar el desarrollo de un país, pero al mismo tiempo controlar y dirigir ese poder para beneficiar la máxima cantidad de gente y poder limitar los excesos y problemas generados por el neoliberalismo económico, que según Dieterich y Correa, llevo a países como el Ecuador a la quiebra.

Eso suena como una mescla ideal entre el socialismo tradicional, y la fuerza económica que brinda el capitalismo. La idea es que el estado va a controlar a los ricos y sus empresas grandes, y regular su poder sobre el mercado para que todo sea más igual y todos tengamos más oportunidades, así como un apoyo económico del estado por medio de la infraestructura, educación, salud pública, y seguridad social.

Nos hace creer que por que es “socialismo”, no vamos a ser victimizados por los empresarios y las multinacionales y vemos claramente que Alianza País usa ese pensamiento mucho en sus discursos políticos. Pero hay que preguntar; ¿eso es lo que está pasando en nuestro país, realmente hemos sido liberados de “los mismos de siempre” o la “oligarquía”?

Si analizamos bien, vemos que no es así para nada. Se supone que el gobierno ya no dejaría que ciertas familias poderosas y sus empresas controlen el mercado, sin embargo no hemos visto ninguna acción política contra las más grandes empresas del país. Juan El Juri Cia. Ltda. controlado por la familia ElJuri, o Corporación La Favorita SA, controlado por la familia Wright son unas de las empresas más grandes y poderosas del país. Entre ellos controlan un gran porcentaje de la producción y distribución alimenticia del país. Supermaxi puede ser considerado como un monopolio, y ha usado su poder de mercado para prevenir en varias ocasiones, que nuevos supermercados entren al mercado y lleguen a crecer. Como tienen tanto alcance y control sobre sus proveedores, pueden hacer que no les vendan a los competidores y de esa forma no dejar que nadie compite realmente con ellos.

Se supone que una empresa así sería el primer blanco de un gobierno socialista como el de Alianza País, pero vemos que no han hecho absolutamente nada. Es más, muchas de las políticas del gobierno como las restricciones en las importaciones han sido apoyadas por estas mismas empresas y es un secreto abierto que han financiado las campañas del Presidente.  Ellos apoyan al Presidente por que les beneficia una economía controlada y cerrada, una economía en donde el estado se junta con las empresas más grandes para controlar las vidas de los ciudadanos. El gobierno nos controla políticamente, y ellos económicamente.

La verdad es que esto es la historia de nuestro país, las grandes familias y su poder económico, junto con el gobierno que pelea por sus intereses. La única diferencia con lo que está pasando ahora es que ahora como el gobierno es de otro grupo y tiene su propia identidad, la oligarquía tiene que trabajar con ellos y no los puede controlar tan fácilmente como antes, pero igual tienen un gobierno que les apoya.

Cuando un movimiento político busca regular y controlar todo en una sociedad y se une con las empresas más grandes, eso no es socialismo sino fascismo. Benito Mussolini el dictador fascista de Italia en la segunda guerra mundial dijo: “El estado corporativo considera que la industria privada es la más efectiva para mantener la producción nacional y de esa forma proteger los intereses nacionales. Considerando que la organización privada de la producción es algo de interés nacional, el organizador de ese esfuerzo es responsable ante el estado en cómo se direcciona esa producción.”

Eso se parece mucho a lo que está pasando en este país. En ese contexto vemos que lo que estamos viendo en el ecuador no es un movimiento socialista, sino fascista; donde la producción privada en manos de las familias poderosas de siempre, está siendo dirigido y controlado por el estado según su criterio de que es lo mejor para el mismo estado. Lo que haga que el estado sea más poderoso y tenga más dinero es bueno, y lo que descentralicé o controle su poder es malo. Las empresas grandes que están con el gobierno tienen el mismo interés pero de forma económica, lo que haga que ellos tengan más control y poder sobre el mercado es bueno, y lo que haga que ellos pierdan control en el mercado y que tengan más competencia, es malo. Los intereses de un gobierno inmenso y las corporaciones inmensas son los mismos; más y más poder.

¿Qué tipo de cambio es esto, y por otro lado el movimiento del Presidente realmente se puede considerar una revolución, un cambio real, o es simplemente lo de siempre pero con un control mucho más amplio sobre todas las áreas de nuestras vidas?
Si queremos realmente cambiar las cosas, y si queremos libertad y progreso para nosotros y nuestros hijos, tal vez deberíamos buscar algo diferente en la organización de nuestras instituciones.

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