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17.6.15

6 Ideas para construir un mejor Ecuador.

construction_cranes_illustrationMuchas veces se dice que los críticos del gobierno solo se quejan y nunca dan nuevas ideas o alternativas, bueno aquí presentamos 6 ideas que para mejorar el país.

1. ROMPER LOS MONOPOLIOS Y ABRIR LA ECONOMÍA.

El gobierno habla constantemente sobre una oligarquía que controla los medios y los mercados del país, desafortunadamente estos dichos no se han transformados en hechos. ¿Qué ha pasado con los grandes monopolios del país, de empresas inmensas como Juan El Juri o Corporación La Favorita, encabezados por familias poderosas y ricas? Bueno, sabemos que no ha pasado nada porque esas empresas todavía dominan sus mercados respectivos. ¿Dónde está la nueva cadena de supermercados o el nuevo importador masivo o fabricante de productos nacionales?

En realidad lo que ha hecho el gobierno es proteger a estos monopolios por medio de sus políticas restrictivas a las importaciones y aunque tiene a su disposición una ley anti-monopolio y hasta un ministerio entero dedicada a enfrentar la anti-competitividad, no han hecho nada contra las empresas grandes.

Para que el Ecuador pueda tener una economía dinámica y donde todos podremos entrar al mercado con un nuevo producto o servicio, es necesario que se rompan estos monopolios para que en vez de una o dos empresas grandes existen varias medianas. Eso puede abrir el mercado y ya no sería posible que empresas como La Favorita puedan presionar a los proveedores para que no vendan sus productos a competidores.

Al mismo tiempo, se tiene que abrir la economía del país, agilitando la creación de nuevas empresas y minimizando la intervención del estado en el mercado. Aunque se supone que la intervención estatal protege a los consumidores, lo que realmente hace es que las empresas grandes con grandes recursos sean los únicos que puedan mantener un negocio en marcha. Si usted tiene que contratar un contador y un abogado solo para tener una pequeña tienda y no tener problemas con el gobierno, eso quiere decir que necesita ganar mucho más solo para sobrevivir. Si hay que tener controles, pero los mínimos necesarios para que funcione el mercado, no los máximos posibles como actualmente piensa el gobierno.

2. CREAR Y MANTENER UN ESTADO DE DERECHO.

Un estado de derecho es un estado en donde las leyes son respetadas y no simplemente el poder arbitrario de los hombres. En un estado de derecho, la constitución es suprema y los líderes no hacen los que les dé la gana, como ya viene haciendo nuestro Presidente, ignorando la constitución cuando a él le parece conveniente.

Un estado de derecho tiene una constitución simple pero fuerte, que cualquier persona puede entender y que controla explícitamente el poder del estado, protegiendo los derechos fundamentales como el derecho a la libre expresión, el derecho a un juicio imparcial o los derechos a la propiedad.
Más allá de proteger los derechos fundamentales, un estado de derecho y una constitución fuerte ayuda a crear una seguridad jurídica donde el ciudadano sabe que no pueden haber cambios dramáticos en el marco legal que regula las actividades en la sociedad. Desafortunadamente, el gobierno de Alianza País ha creado una inseguridad jurídica tremenda, siempre buscando más y más cambios a las leyes y reglamentos correspondientes. En este contexto, una persona que quiere invertir o crear un nuevo negocio, o simplemente decidir que va a estudiar en la universidad, se enfrenta con la posibilidad de enfrentar serios problemas en el futuro si el gobierno cambia las reglas del juego inesperadamente. Si se sabe que hay cosas que el gobierno no puede hacer, si se sabe que hay límites al poder político, entonces todos sabemos cuáles son los límites de nuestras decisiones y podemos hacer planes a largo plazo, planes que pueden mejorar no solo nuestras vidas, sino también la situación del país en general.

3. FORTALECER LA INSTITUCIONALIDAD.

Otro problema grave que hemos visto en la historia de nuestro país es la falta de institucionalidad. Esto es algo que está muy relacionado con la falta de un verdadero estado de derecho donde vemos el ejercicio de poder arbitrario por medio de las personas políticas y no un poder estable en las instituciones.

La institucionalidad nos ayudaría a mantener una estabilidad policita social y económica que no dependería de los partidos políticos o los caudillos que los encabezan. El gobierno si ha hecho algunas cosas buenas para fortalecer la institucionalidad pero solo en el ámbito del estado.

La institucionalidad de un país moderno, próspero y libre se encuentra no solo en los órganos estatales sino también en la sociedad civil, especialmente en las fundaciones y asociaciones profesionales. El estado de un país nunca va a tener suficientes recursos como para manejar toda la sociedad, necesita trabajar en conjunto con organizaciones privadas para poder crear las condiciones de prosperidad que todos buscamos.

En vez de restringir las organizaciones privadas y fundaciones sin fines de lucro como ha hecho el gobierno, se debería promocionarlas y darles más oportunidades para contribuir.

4. INCENTIVAR LA INVERSIÓN NACIONAL E INTERNACIONAL.

Una de las cosas buenas del gobierno actual, que realmente no se puede dudar, es que ha invertido en la infraestructura de una forma dramática. En las últimas décadas no se ha invertido lo suficiente en infraestructura y educación, dejando que las ganancias económicas se desperdicien sin contribuir al futuro. Uno de las funciones claves del gobierno es invertir en infraestructura, precisamente porque solo el estado tiene la capacidad de coordinar proyectos de escala masiva que son para el beneficio de todos. Con la construcción de buenas carreteras y calles así como redes de comunicación y electricidad, un gobierno puede crear una base fuerte en donde la inversión privada puede generar un crecimiento económico significante. Cuando las empresas no tienen que invertir su propio dinero para poder generar electricidad o transportar sus productos, se pueden concentra en dar un mejor servicio o aumentar su capacidad productiva, lo que significa más crecimiento económico.

Pero invertir en infraestructura es solo el primer paso, también se tiene que liberalizar los mercados y crear leyes que son fáciles de entender y aplicar. También se tiene que incentivar la inversión extranjera para que entren nuevos productos, procesos, y conocimientos al país. Desafortunadamente, con las políticas del gobierno actual, la inversión extranjera ha disminuido hasta ser una de las más bajas de la región.

¿Hay que preguntarse, por que vendría una empresa grande al país para establecer un negocio local, si tiene que pagar tantos impuestos al gobierno o si no sabe cómo van a cambiar las leyes para afectar sus utilidades en el futuro? La realidad es que no van a venir a invertir y el país va a dejar de ser competitivo con nuestros vecinos como Colombia y Perú.

Una forma de poder gozar de la inversión tremenda que vemos en la región es por medio de la creación de un mercado común con los países andinos, esto significaría ir más allá de la Comunidad Andina y buscar una integración económica verdadera. La plena verdad es que un país de 15 millones es simplemente muy pequeño para implementar economías de escala con buena rentabilidad. Si nos unimos económicamente con nuestros vecinos en vez de imponer aranceles y salvaguardias, podemos crear un nivel de riqueza que no lograríamos solos.

5. PROTEGER A LOS MÁS VULNERABLES CON UNA VERDADERA SEGURIDAD SOCIAL.

Por el momento, la seguridad social se maneja de forma muy privada, es decir existe solo para personas que están trabajando y solo se aporta mientras trabajan. Es más, las empresas tienen el deber de apoyar a las personas desempleadas por medio de las liquidaciones por despido o renuncia, lo que crea un incentivo perverso a no contratar a personas sin que sea absolutamente necesario.

El seguro social debería pagar a las personas que no tienen empleo por un periodo establecido si la persona está buscando trabajo activamente. De esa forma, las personas más vulnerables podrán sobrevivir mientras buscan trabajo y las empresas no tendrán ese cargo adicional a su negocio y no tendrán que mantener a trabajadores malos solo por el miedo de pagar sus liquidaciones.

Las pensiones y el retiro también debería ser manejado de esta forma, es decir que las personas aporten en toda su vida laboral y no por estar en una empresa particular. También se debería poder aportar a planes de retiro privados para los que quieran tener una opción adicional. Pero para que todo esto funcione, es necesario que el dinero del IESS sea intocable y que los fondos de retiro privados no sean sujetos a la intervención estatal. La situación financiera del IESS y el bienestar de todos los ecuatorianos debería también ser reforzada con parte de la venta del petróleo y otros recursos nacionales por medio de un fondo de inversión nacional.

Finalmente se debería incrementar el aporte a la seguridad social para crear un fondo de educación y capacitación continua para que las personas puedan ser rápidamente re-capacitar y entrenadas en nuevos trabajos mientras evolucione la economía. Esto protegería a los trabajadores en sectores que se van desapareciendo debido a los avances tecnológicos sin tener que frenar el desarrollo y evolución de la economía en general.

Todo esto tendrá el efecto de crear seguridad financiera en la vida de los ciudadanos y permitirá que las personas puedan planear adecuadamente para sus futuros y el futuro de sus familias. También podrán tomar más riesgos en montar pequeños negocios o volver a estudiar en edades mayores sin caer en la pobreza.

16.6.15

Una Clase de Economía Básica Para el Presidente

economics
Se supone que nuestro presidente es “economista”, que tiene un doctorado en esa ciencia en una de las mejores universidades de Norte América, así como estudios avanzados en Bélgica. Él ha usado este título como plataforma para lanzar su proyecto político, asegurando a todos los ecuatorianos que él sabe cómo salvar el país, como sacarnos de la desigualdad y crear un futuro mejor para todos. Millones de ecuatorianos han puesto su futuro en las manos de Rafael Correa, teniendo la fe de que alguien con tanta preparación académica es el más apto para liderar el país.

Poniendo a un lado por el momento lo problemático que es esperar que un académico sin experiencia pueda realmente liderar a un país como lo fue el Presidente cuando tomo el poder, si analizamos sus ideas sobre la economía de un país en el siglo 21, vemos que no entiende ni lo más básico de un curso pre-universitario de economía. Por eso le vamos hacer un favor a nuestro querido Presidente, para que tal vez deje de proponer leyes y proyectos políticos que solo nos llevaran a la ruina.

En el estudio de economía, unos de los principios fundamentales tiene que ver con los precios. Los precios son el único mecanismo eficaz que tenemos para saber que tiene demanda y que no, y para los empresarios y consumidores es la única manera de saber en que invertir y cuando invertir. Si hoy el precio de pollo esta alto, eso generalmente señala que hay una demanda para pollo en el mercado mayor a lo que los agricultores están proporcionando. Si tengo la oportunidad, yo puedo invertir en una finca o hacienda para criar pollos y venderlos, como hay una demanda grande, seguramente voy a ganar una buena utilidad. Eventualmente, otra gente me va a copiar y muchos se van a meter a criar pollos, lo que va a generar precios más bajos, porque cada agricultor va a tratar de vender a un precio menor para poder vender más. En la economía esto tiene el efecto de generar más empleo, más riqueza, más pollo en el mercado y precios más bajos para los consumidores, todos ganamos.

Ahora, que pasa si el gobierno decide imponer un impuesto grande a las utilidades de los agricultores que como diría nuestro presidente, están gozando de una ganancia “ilegitima” por los precios altos en pollo. Lo que pasara es que los agricultores dejaran de invertir en más criaderos de pollos, y muchos de lo que ya están en el negocio se saldrán, ya que el gobierno les quita casi todas sus utilidades. Esto causa que suba el precio de pollo en el mercado porque hay menos oferta, y en el peor de los casos puede haber escasez de pollo. Justamente por no respetar el concepto de precios en un mercado libre, Venezuela vive una miseria diaria y los ciudadanos no tienen ni los productos más básicos para sus hogares.

Si el gobierno de Ecuador llega a imponer un impuesto de plusvalía tan alto como están proponiendo, entonces veremos el mismo fenómeno con la oferta de viviendas y terrenos en el país. Es verdad que ha subido el precio de los terrenos y la inmobiliaria en general, pero un impuesto no es la solución.

No es la solución porque la plusvalía ha crecido de forma brutal por el crecimiento de la economía, lo que es normal y lo que debería ser causa para celebrar no castigar. Si hay un crecimiento no sostenible y tal vez irreal en las propiedades del país, es porque las personas que han logrado ganar dinero por sus esfuerzos, no tienen ningún incentivo para invertir en negocios u otras cosas que puedan crecer la economía de forma más balanceada. Para una persona con dinero, lo más facil y lo más seguro ha sido invertir en un apartamento o terreno, porque hasta hoy, eso es lo único en que el gobierno no ha interferido.

Ahora lo que puede pasar es que por causa de un impuesto alto a la plusvalía, los precios de los terrenos pueden caer tremendamente. El presidente diría que esto es bueno porque ahora los pobres pueden comprar terrenos, pero lo que también pasara es que la clase media que ha puesto sus ahorros en un apartamento o una pequeña casa va a perder mucho del valor de su inversión. Más problemático, los que tienen deudas con el banco pueden terminar debiendo más en sus hipotecas de lo que valen sus casas. ¿Esto sería justicia; que las personas que han trabajado todas sus vidas para poder comprarse un terrenito, ahora pierdan todo y se quedan endeudados hasta la muerte?

Es verdad que hay desigualdad en el país, y que un porcentaje menor tienen control de casi toda la riqueza, pero no se puede desarrollar a un país quitándole el fruto del trabajo de esas personas. Aunque nos guste o no, necesitamos que esas personas inviertan, esa es la forma adecuada de redistribuir la riqueza. Cuando esa gente gasta su dinero en comparar un negocio nuevo o cualquier otra cosa, literalmente están transfiriendo su riqueza a otras personas, y eso pasa sin tener que pagarle un sueldo a un burócrata.

Otra lección de economía básica; cuando un gobierno impone un impuesto a la herencia alta, lo que pasa es que los ricios simplemente buscan la forma de sacar el dinero del país y moverlo a paraísos fiscales. El gobierno cree que puede controlar ese escape de capital, pero para una familiar con millones de dólares, es fácil contratar a los mejores expertos financieros del mundo para proteger su dinero. En cambio dos hijos de un agricultor de clase media, que ahora no pueden ni ganar con la venta de la tierra, tendrán que sacar de su bolsillo para pagar el impuesto a la herencia que propone el Gobierno.

Claro, es menos de lo que supuestamente pagaría el rico, pero para una persona que solo tiene ese terreno en su economía, unos miles de dólares puede significar la educación de un hijo u otro bien fundamental que ya no podrá tener.

¿Pero qué pasa si el impuesto a la herencia es razonable, o tal vez si no existiría? Lo que pasaría es que los ricos van a invertir en el país, buscando más oportunidades y creando más negocios para que sus hijos puedan disfrutar de esa riqueza. Tal vez nos moleste que un hijo de un rico viva una vida buena por el esfuerzo de sus padres y tal vez esto no es justo, pero si tratamos de intervenir en esa situación por razones emocionales, entonces terminamos creando más problemas para la economía y para nuestro país en general.

Es raro el proyecto político que no tenga consecuencias inesperadas y cuando se trata del control económico, esas consecuencias normalmente son malas. Lo interesante, y lo que personas aparentemente ignorantes como nuestro presidente no saben, es que los resultados que buscamos se pueden manifestar sin hacer casi nada. Por ejemplo, lo de los hijos vagos de un rico, algo que ofende nuestras sensibilidades. Las estadísticas económicas globales nos indican que la riqueza no dura más de dos o tres generaciones; es decir si usted hace dinero, probablemente sus hijos tendrán una buena vida rica, pero sus nietos probablemente regresaran a la clase media. Todos conocemos a familias que antes tenían grandes fortunas pero que ahora hasta tiene problemas económicos, y todo sin que el súper héroe económico Rafael Correa haga nada al respecto. Y es obvio por que pasa esto, el hijo de un rico vive una vida protegida, donde se la da todo y nunca tiene que buscar la forma de salir adelante. Esto hace que no pueda realmente apreciar su dinero todo el trabajo que se necesitó para crearlo, por lo tanto se lo gasta de forma irresponsable y no queda nada para sus propios hijos.Puede ser que pase después de una o dos generaciones más, pero eventualmente casi siempre pasa.

Cuál es la concusión de todo esto, simplemente que impuestos a la herencia solo consiguen que el dinero se vaya del país, que la clase media pague de lo poco que tienen, y que no son realmente necesarios para prevenir las dinastías de familias ricas porque igual nunca duran. ¿Entonces para qué sirve este impuesto a la herencia que quiere imponer nuestro sabio presidente? Sirve para que el estado tenga más plata y para que los políticos tengan más poder y control sobre nuestras vidas.

Realmente no creo que Rafael Correa sea ignorante de economía, lo que creo es que el simplemente no puede soportar que los ciudadanos puedan tener la libertad de hacer con su dinero lo que ellos quieran, especialmente si son afluentes. Para él y todos los socialistas que piensan igual, una persona con dinero ganado de su esfuerzo y su visión para ver las oportunidad que otros no ven, es una amenaza fundamental a su poder. Ese es una persona independiente, que piensa por sí mismo y que no necesita del gobierno para vivir bien. Los socialistas entienden muy bien la economía, por eso tratan de destruirla. Ellos no quieren que todos seamos más ricos, sino que todos seamos más pobres.

Para ellos el ideal es de un campesino trabajando en el sol hasta quemar su piel y desgastar sus manos, o un peón trabajando en una fábrica desde el amanecer al anochecer sin ver ese mismo sol, todos trabajando miserablemente para empresas públicas. La persona que quiere más para sus hijos es un arrogante, el emprendedor no es alguien que busca dar un mejor servicio o producto, sino alguien que solo quiere explotar a los pobres. La ironía es que los que realmente han trabajado en esas condiciones entienden el valor del trabajo y muchos han buscado la forma de salir de esa situación por medio de los negocios.

Pero para el Presidente y sus seguidores la solución es que todos seamos igualmente infelices y dependientes de la misericordia de los que tienen la ideología correcta y forman parte del partido político correcto. Rafael Correa quiere ser el nuevo patrón y miembros de Alianza País virreyes de la nueva colonia. Pero no se dejen captar por esa visión diabólica, no se dejen seducir por una ideología que dejo millones muertos y miserables en el siglo 20. Podemos salir adelante todos, podemos desarrollar el país sin tener que penalizar el esfuerzo o la visión, pero solo si buscamos la libertad y el progreso y rechazamos los que se creen dueños de la verdad y buscan el control absoluto de nuestras vidas solo para satisfacer sus complejos emocionales.